SEGURO ENTRE SEGUROS: FIN DE SEMANA ENTRE AULLIDOS
- abece
- 6 jul
- 2 Min. de lectura

Tres y media de la madrugada. Respira de forma agitada, está nerviosa, intranquila, no se halla en ningún lugar, apenas y nos reconoce, quiere pero no puede, dormita y medio come, sus dos actividades favoritas.
¿Qué hacer?
Salimos corriendo de la casa, esperando alcanzar a su veterinario de cabecera…
Sí, la alcanzamos pero no nos ayudó pues nuestra gata necesitaba otros apoyos –supuestamente.
La realidad es que había mucha confusión. Quién sabe por qué, ninguna de sus dos doctoras se hizo cargo de ella y las explicaciones fueron enredadas.
Pero ya no había tiempo.
Salimos de prisa de la clínica para llevarla a un hospital de urgencias, donde la atendieron, solucionaron su problema y la alistaron para observación, necesaria luego del tratamiento al que fue sometida.
Nos llevaron a un cuarto especial para verla; allí, los aullidos dominaban el ambiente. Varios perros gemían lastimosamente mezclados con uno que otro maullido. La mayoría de los gatos, sin embargo, se encontraban acostados, en una de las esquinas de la jaula.
Como la nuestra, quien nos miró llegar con ojos de terror. No era para menos: la locura reinaba en el sitio. Entonces los doctores nos explicaron las posibilidades de la situación, con pocas esperanzas a favor.
Sólo un milagro…
… que no llegó.
Salimos de ahí incómodos, con pesar sí, pero también sintiéndonos culpables.
Después de todo, pudimos estar mejor preparados…
Días más tarde, al contarle a un amigo, éste me recomendó un seguro para mascotas: “Te lo digo mano, es otra cosa…. Conoces a Rita, nuestra perrita, pues el otro día se tragó un juguete y tuvimos que llevarla urgencias. Con los el seguro para mascotas hay muchas opciones y, en estos caso, el tiempos es vital. Además nos informaron con claridad y la Rita tuvo la mejor atención posible. Te lo digo mano, no dejes al resto de tus gatos sin seguro. Contrátalo ya”.
No es posible tener tantas dudas en estos casos. Eso haré, te lo aseguro…




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